Viejo

Especialmente una jugadora como usted.

Y si no hubiera cumplido su deuda esta semana,.

El desastre habría enviado a su marido el compromiso que había firmado.

Sentado en su Mercedes,.

Irène de Sever estaba desesperado por una solución.

¿Qué hacer?

Todo lo que tenía que hacer era vender su collar de diamantes.

Fue un regalo de Eduardo y le importaba mucho.

Se la dio por su cumpleaños cuando volvió de un viaje.

Y ahora un brindis, cariño.

Champaña.

Feliz cumpleaños, querida.

¿Es para mí?

Por supuesto que es para ti, mi amor.

Gracias.

Ese collar estaba atado a un momento especial.

Vender el collar era la única manera de evitar lo peor.

La sensación de un aura más profunda.

Asignación.

Habría sido suficiente inventar cualquier excusa.

¿Qué excusa?

¡Huesos!

Sí.

Ah.

¿Qué excusa para justificar la desaparición de un objeto tan valioso?

Un robo. Tenía que decirle a Eduardo que el collar había sido robado.

Estaba dispuesta a jurar que Eduardo lo creería.

...