Perra

El problema eres tú.

Tienes 40 años, sigues jugando a la consola, te ******, te tomas ese estúpido café con tus amigos,

No emborrachas a los niños con los smarties, te mueves, él está al lado del cumpleaños.

¡Maldita sea, despierta!

Es gracioso, porque yo me siento mejor que mi familia.

Voy al lado del cumpleaños, incluso el mío.

Y ya no estoy en casa.

Yo no tengo nada contra nadie.

No soy como tus amigos del cumpleaños, te lo puedes imaginar.

¿Qué? No pareces un chico.

Vamos, chico, habla bien.

No es feo. Al mismo tiempo, ves lo que come, un gran plato de mala suerte.

Está bien, es adulto, es elegante.

Eres pequeño, Antoine.

Sí, soy pequeño.

Y de hecho, en la mayoría de los niños, no me gusta preguntarle a mi esposa de niño a quien todo el día en mi casa.

A quien tengo que hacer los deberes y los chistes tontos para entretenerlos.

Ni siquiera puedo comérmelas cuando estoy

Vale, para.

No, pero qué mierda cuando pensé que el niño de mi edad tenía un cuerpo igual.

Seguro que sería mucho mejor aquí.

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